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  • Los bajos grav menes a la industria en

    2018-10-26

    Los bajos gravámenes 4-ethylphenyl sulfate Supplier la industria en general, y en particular a las ramas manufactureras que son promocionadas por el gobierno federal (programas altex, ecex, prosec, immex, etc. Economía, 2015), han hecho recaer el más alto peso de la carga tributaria en dos tipos de contribuyentes, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la fuerza de trabajo. Con el paso de los años, esto ha conducido a dos problemas. Por una parte, al debilitamiento de Pemex, hasta ponerlo al borde de la inoperancia, ya que ni siquiera puede cumplir con las asignaciones de la Ronda Cero y tiene que buscar alianzas para mantenerse en el negocio. Por otra, a la depauperación de las remuneraciones al sector formal de la economía (el informal mejor no se considera), lo que ha llevado a que la participación de dichas remuneraciones en el pib se ubique a partir de 2013 en su nivel más bajo casi desde que se dispone de registros, 27 por ciento. Como sostiene Romero Tellaeche (2014), desde la anexión del país al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (tlcan) el gobierno mexicano se encuentra maniatado en términos de política económica. Además, desde el punto de vista de la caída de los ingresos, poco ayudan las coberturas petroleras: en 2015 se perdieron 15 363 millones de dólares, si se tiene en cuenta que por cada dólar que baja el precio de la mezcla mexicana el país deja de recibir 434 mil dólares al año, y la cifra presupuestada fue de 35.4 d/b (79 d/b – 43.6 d/b). Si se consideran los cálculos que se hicieron para recibir las coberturas petroleras (se protegieron 228 millones de barriles de crudo a un precio de 76.4 d/b), la cantidad recibida debió haber sido de 7 478 millones de dólares (Gutiérrez R., 2015) pero la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (shcp) anunció a fines de 2015 que se le entregarían 6 200 millones de dólares. Una pequeña parte de la diferencia puede ser porque el periodo cubierto no coincide exactamente con el año calendario; el resto es algo que tal vez quiera aclarar la shcp. Debe resaltarse que si al primer cálculo se agregan los dólares destinados a la compra de coberturas, la pérdida de divisas se ubica en 16 136 millones de dólares, y eso representa casi 1.4% del pib.
    La balanza de pagos El problema con la pérdida de divisas por la reducción del precio internacional del petróleo es que no existen posibilidades de suplir esos recursos mediante una o varias de las cinco principales fuentes de captación de divisas que registra la balanza de pagos, como se explica a continuación, con base en Banxico (2015). Sumando con el signo correspondiente los saldos anteriores para obtener una idea de magnitud anual, se obtienen -451 millones de dólares. Debe resaltarse que esas cincos cuentas (seis si se separa a la inversión ied e inversión en cartera) representan 98% de los ingresos de divisas de la balanza de pagos (Gutiérrez, 2011: 136). Así que en 2015-2016 las presiones que resiente la economía se dan no sólo en la cuenta corriente, sino también en la cuenta de capital y financiera, y esa es una situación que no se vivía desde 2009.
    Conclusiones En primer lugar, los ingresos realmente significativos de ied dirigidos a la industria petrolera se aplazarán al menos hasta 2017 (siempre y cuano las empresas petroleras internacionales se deciden a ingresar al negocio del mar profundo del Golfo de México), y no sería realista esperar que el país recupere en 2016 la capacidad de captar inversión de cartera como lo hizo entre 2010 y la primera mitad de 2014, sobre todo porque ha habido una reorientación en el destino de los capitales de las economías emergentes a las desarrolladas. En segundo lugar, el aterrizaje de la política monetaria de la fed a partir de diciembre de 2015, que se traduce en por lo menos 4-ethylphenyl sulfate Supplier tres aumentos de la tasa de interés de referencia en aquel país durante 2016, conducirá a aumentos iguales o mayores en la de México, lo que encarecerá el costo no sólo de la deuda pública, sino también de la privada, que en los años recientes ha crecido a tasas inclusive más altas a las del sector público.